FACUA ha comparado cuánto se paga al agricultor o ganadero por un producto con el precio que paga por ese producto en el punto de venta. El estudio, realizado en la primera semana de enero, ha analizado el precio en origen de 13 alimentos básicos (según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) y el precio al que se vendían en ocho grandes cadenas de supermercados: Mercadona, Dia, Alcampo, Eroski, Lidl, Aldi, Alcampo y Carrefour.
La mayor diferencia entre el principio y el final de la cadena alimentaria es la de los limones, que se pagan a 20 céntimos de euros el kilo en origen y 1,79 euros de media en los puntos de venta. Es una subida del 795%, aunque en Aldi y Lidl alcanza el 875% (1,95 euros el kilo). Las lentejas son un 369% más caras en el supermercado que en el campo (un 596% más en Hipercor), las cebollas un 326% (con subidas que llegan al 430% en Mercadona) y por las zanahorias se paga un 265% más en los puntos de venta que en el campo (un 310% más en Dia).
La diferencia más estrecha entre el campo y el punto de venta, del 62%, es la de los huevos, que pasan de costar 1,53 euros la docena en origen a 2,48 en el supermercado. Le siguen la pera, que casi triplica triplica su precio (+198%) y los champiñones y el aceite de girasol, que más que lo duplican (+138% y +108%, respectivamente).
El secretario general de Facua considera que estas grandes diferencias de precio entre el campo y el súper son desproporcionadas y reflejan de forma "clara" una especulación de las empresas con los precios. "Hace falta un doble etiquetado para que el consumidor sea consciente de lo que está ocurriendo y pueda tomar decisiones de compra valorando no solamente lo que pagamos nosotros, sino lo mucho o poco que le han llegado a pagar al agricultor o al ganadero".
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